Amelia Balboa aparece un día en una cabaña perdida en lo alto de las montañas asturianas. Padece amnesia disociativa, no sabe qué hace allí y ha olvidado por completo una importante parte de su vida. Tiene cuarenta y tres años y es negra, aunque su apariencia diga lo contrario. Es el ejemplo de lo que se denomina passing racial y que afecta a una minoría de la población. Amelia se aprovechó de esa circunstancia para renegar de su identidad y poder encajar así dentro de la sociedad blanca. Estando en la cabaña recibirá la visita de un desconocido, Manuel, un peculiar adolescente cargado de rarezas que vive unos metros más abajo de la montaña, en una comunidad que vive alejada de la modernidad, generando sus propios recursos y con sus particulares reglas de convivencia. Manuel se quedará prendado de Amelia —Perséfone, para él— desde el primer momento en que la ve y la ayudará en su afán por recuperar la memoria. Poco a poco se establecerá una especial relación entre ellos que puede causar incomodidad desde el punto de vista de los prejuicios sociales, basada en la confianza mutua, una profunda complicidad y algo más, hecho inusual en la relación de dos personas con esta diferencia de edad. Al mismo tiempo que disfrutarán explorando la naturaleza que les rodea, las bellas montañas somedanas y sus paisajes con sus lagos, brañas y teitos, tratarán de recomponer el oscuro pasado de ella. Amelia empezará a recordar. Aparecerán un hijo, Simón, y un marido, Alonso, político de un partido xenófobo de ultraderecha, desconocedor de la identidad real de su mujer. Amelia tendrá que hacer frente y asumir las consecuencias de lo que supuso vivir con su marido y descubrir la verdad de lo que pasó con su hijo.
Por otra parte, Alonso la buscará sin descanso. Se pondrá en contacto con una agencia de detectives en Madrid para localizar el paradero de su mujer, ya que no puede permitirse que esta hable públicamente y hunda su prometedora carrera política. A medida que avanzamos en la historia todo se irá complicando, dando un inesperado giro en la parte final para culminar con un sorprendente desenlace.
Joan Roure
Tiene publicadas dos novelas (La casa entre el sorgo, Ediciones Hades, 2017 y Cicatrices bajo la piel, Tierra Trivium, 2019). En 2020 abrió una librería en Lleida, la irreductible, en la que se apuesta por la literatura en mayúsculas, dando especial importancia a aquella que surge de los márgenes y visualizando a los pequeños sellos independientes que publican con un buen criterio literario. Muy activa en redes sociales (más de cuatro mil seguidores en Instagram y dos mil en Twitter en apenas dos años de vida), la librería apuesta por recuperar la figura del librero prescriptor actualizándola a los tiempos actuales y ha creado en poco tiempo un espacio de referencia cultural en la ciudad que ya está trascendiendo más allá de lo local.